ASMA
El asma es una enfermedad crónica e inflamatoria de las vías aéreas que producen el estrechamiento de las mismas. Distintos estímulos como alergias (a ácaros del polvo, polen, pelo de perros- gatos…), sustancias irritantes, contaminación, infecciones respiratorias, aire frío, ejercicio muy intenso… pueden desencadenar la inflamación y obstrucción de las vías aéreas.
Es una de las enfermedades crónicas más frecuentes. En España se calcula que padecen Asma el 5% de la población adulta y el 10% de los niños y adolescentes.
Existen distintos tipos: Asma alérgico, Asma no alérgico, Asma inducido por el ejercicio, Asma ocupacional/laboral.
Síntomas
Son variables según la persona.
- Ruidos/silbidos respiratorios
- Tos
- Sensación de opresión/tope en el pecho
- Síntomas nocturnos que dificultan dormir como tos, silbidos, fatiga.
Aunque es una enfermedad crónica, sus síntomas se pueden tratar con medicación.
Diagnóstico
Al diagnóstico de asma llegamos en base a una historia clínica detallada y compatible apoyada por distintas pruebas complementarias como las siguientes:
- Espirometría
- Determinación del óxido nítrico en aire exhalado (FeNO)
- Pruebas de alergia
Recomendaciones
Aunque el asma no tiene cura, sí se pueden tomar una serie de medidas para prevenir una crisis.
- Evitar la exposición a agentes causantes (alérgenos, irritantes, humos, humedad…)
- Controlar la rinitis. La rinitis muy frecuentemente coexiste en los pacientes asmáticos. Un mal control de los síntomas riníticos empeora el asma.
- Hacer un seguimiento estricto del tratamiento. La principal causa de un mal control del asma es la falta de cumplimentación/adherencia al tratamiento.
- Abstenerse completamente de fumar. El humo de tabaco es un importante irritante de la mucosa bronquial.
Signos de urgencia de la enfermedad:
Rápido empeoramiento de la falta de aire o del silbido al respirar.
Falta de mejora, incluso después de usar inhalador de alivio rápido, como salbutamol.
Falta de aire cuando haces la mínima actividad física.