RINITIS

La rinitis es el proceso de inflamación de la mucosa nasal que cursa con taponamiento, picor, goteo y estornudos. Su diagnóstico es fundamentalmente clínico. Según su gravedad se clasifica en leve, moderada y grave en función de su impacto sobre la calidad de vida del paciente.

Su causa más habitual es la alérgica, aunque también puede ser de causa ocupacional o no alérgica (atrófica, senil, hormonal, por medicamentos…).

Diagnóstico

La rinitis alérgica es la enfermedad crónica más prevalente de todas las conocidas, afectando al 21% de la población.

En torno al 50% de los pacientes con rinitis padecen asma y el 70-90% de los pacientes con asma padecen rinitis. Para su diagnóstico habitualmente se realizan pruebas alérgicas cutáneas y/o determinación de la inmunoglobulina E.

Tratamiento

El tratamiento de la rinitis alérgica, en ocasiones infravalorada, puede mejorar aspectos del asma. Es preciso combinar la educación del paciente con la evitación de alérgnos y contaminantes, los medicamentos y la inmunoterapia específica:

En casos leves: antihistamínico oral o intranasal, descongestionante o los fármacos denominados antileucotrienos

En casos moderados se añade corticoide nasal

En casos graves pueden darse pautas cortas de corticoide oral y si no se consigue su control, puede realizarse un tratamiento específico: la inmunoterapia con alérgenos, que actúa sobre la causa responsable de la alergia y altera la evolución natural de estas enfermedades. Su administración puede ser subcutánea o sublingual y tiene como objetivo la reducción de los síntomas derivados de la rinitis, incluso años después de acabar con el tratamiento. Además, las vacunas para el tratamiento de la alergia reducen la aparición de asma y de nuevas sensibilizaciones.